Nos han dado la tierraº
Un narrador en primera persona narra en presente el camino
por el llano que está recorriendo junto con tres compañeros.
Bajo un calor sofocante, se mueven hacia la tierra que el
gobierno les ha dado. El trayecto es tan agotador que ni les
da para hablar. En un flashback, el narrador recuerda cómo un
funcionario del gobierno les anunció que fueran a trabajar al
Llano Grande. Para ellos es una gran decepción porque
la tierra es tan seca y árida que resulta inútil sembrar algo.
“Así nos han dado esta tierra. Y en este comal acalorado quieren
que sembremos semillas de algo, para ver si algo retoña y se levanta.
Pero nada se levantará aquí. (...) este terreno endurecido, donde nada
se mueve y por donde uno camina como reculando.” (p. 40)"
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